Las siguientes palabras están inscritas en la tumba de un obispo (1100 d. C.) en la cripta de la abadía de Westminster.
Cuando yo era joven y libre y mi imaginación no conocía límites,
soñaba con cambiar el mundo. A medida que me fui haciendo mayor y más
prudente, descubrí que el mundo no cambiaría, de modo que acorté un poco
la visión y decidí cambiar solamente mi país.
Pero eso también parecía inamovible. Al llegar a mi madurez, en un
último y desesperado intento, decidí avenirme a cambiar solamente a mi
familia, a los seres que tenía más próximos, pero ¡ay!, tampoco ellos
quisieron saber nada del asunto.
Y ahora que me encuentro en mi lecho de muerte, de pronto me doy cuenta:
«Sólo con que hubiera empezado por cambiar yo mismo», con mi solo ejemplo habría cambiado a mi familia. Y entonces, movido por la inspiración y el estímulo que ellos me ofrecían, habría sido capaz de mejorar mi país y quién sabe si incluso no hubiera podido cambiar el mundo.
La Gerencia de la Felicidad tiene como propósito crear un ambiente de
trabajo armonioso y ofrecer a los empleados la posibilidad de realizar
trabajos que les signifiquen un reto.
En este contexto, la felicidad se ha convertido en una herramienta de
la administración de las empresas en el manejo de los recursos humanos.
De acuerdo con Fernando Plata, gerente de Happy Factor, “aunque no es
un término nuevo, sí lo es el hecho de aplicarlo a las organizaciones
como un concepto básico en el bienestar de los empleados y como
consecuencia en la productividad”.
Este concepto se denomina Gerencia de la Felicidad. Ana María
Sánchez, directora del programa de Economía de la Universidad EAN, lo
define como “una nueva aproximación a la gestión de recursos humanos,
cuyo propósito principal es crear un ambiente de trabajo armonioso y
ofrecer a los empleados la posibilidad de realizar trabajos, que además
de producirles placer, les signifiquen un reto y una oportunidad de
crecimiento personal y profesional”.
El modelo se ha fortalecido con el trabajo intelectual de académicos
como el estadounidense Martín Seligman, fundador de la sicología
positiva, y el español Eduardo Punset, creador de Best Sellers, quien en
su prolífica obra siempre trata el tema de la felicidad.
Coca Cola, pionero global en estas prácticas desde que en los años
veinte del siglo pasado incluyó su esencia en el eslogan ‘Disfruta la
vida’, creó en España, en 2007, el Instituto de la Felicidad para
investigar y difundir conocimientos en dicha materia. Otras empresas
como Mars, Alcatel, Kellogg’s y Turner han planteado la felicidad de su
gente como objetivo estratégico.
Las empresas del sector tecnológico se destacan por construir
entornos laborales que generan satisfacción a su gente. Las firmas
estadounidenses Google, Zappos (comercializadora de zapatos on-line),
AOL, Facebook y Twitter son referentes por aplicar la innovación en el
trato a sus empleados.
Según Susana Pabón, gerente de comunicaciones y relaciones públicas
de Google para Colombia y Perú, la preocupación por el empleado es la
esencia del ADN de esta compañía desde su apertura global hace 16 años.
“Si te esfuerzas para que tu gente esté bien, todo va a funcionar.
Google se ha enfocado en hacer las cosas bien tanto a nivel interno como
externamente”, afirma la Ejecutiva del buscador de Internet.
Además del desayuno, almuerzo y un snack a cualquier hora del día,
también les ofrece a sus empleados alternativas diversas de
esparcimiento.
“Tenemos un espacio para jugar futbolito y uno para acostarnos y
hacer una siesta con una cobija y no es simplemente porque sea lindo o
rico. Es porque hay una razón de ser detrás de todo esto y es ofrecerte
los entornos que tú necesitas como empleado para sentirte tranquilo,
contento y feliz”, explicó Pabón.
Otra empresa que transpira dicha premisa desde su campaña
publicitaria es Open English, especializada en enseñar el idioma inglés
de forma virtual. Nació en 2007 y hoy, con cobertura en más de 22
países, es ejemplo internacional en aplicar el modelo de la Gerencia de
la Felicidad.
“La satisfacción laboral lleva a la satisfacción en la vida en
general. Pasamos tanto tiempo en el trabajo que no se puede dividir la
vida laboral de la vida privada por lo que es vital contar con un
ambiente de trabajo positivo e inspirador”, afirma Andrés Moreno, su
creador y actual CEO, en diálogo exclusivo con Capital Humano.
De acuerdo con su visión, realizar actividades en equipo “genera
bienestar y un sentimiento de unidad y satisfacción que es contagioso.
No solo se trata de un mayor sueldo o unas vacaciones más largas, el
ambiente profesional que se vive diariamente es clave”, explica Moreno.
La felicidad es más que un estado de ánimo, es la nueva fuerza motriz
que buscan las corporaciones del mundo para ser más profesionales y
tener empleados competitivos, productivos y realizados.