Arriésgate!!

Paso ahora a narrarles la fábula titulada. Fibra Estomacal para Gallináceas o Cómo Formar Parte del Metabolismo de las Aves de Corral.

Cuenta la historia, que en cierta ocasión dos semillas (de trigo, que es alto en fibra insoluble) estaban juntas en el suelo primaveral y fértil.

La primera semilla que además de ser cursi y apartidista, se dijo:

Arriesgate !!

—¡Yo quiero crecer! Quiero hundir mis raíces en la profundidad del suelo que me sostiene y hacer que mis brotes empujen y rompan la capa de tierra que me cubre… Quiero desplegar mis tiernos brotes como estandartes que anuncien la llegada de la primavera… ¡Quiero sentir el calor del sol sobre mi rostro y la bendición del rocío de la mañana sobre mis hojas!

Y así creció.

La segunda semilla que había pertenecido a un sindicato se murmuró:

—Tengo miedo. Si envío mis raíces a que se hundan en el suelo, no sé con qué puedo tropezar en la oscuridad. Si me abro paso a través del duro suelo puedo dañar mis delicados brotes… Si dejo que mis capullos se abran, quizá un caracol intente comérselos… Si abriera mis flores, tal vez algún chiquillo me arrancara del suelo… No, es mucho mejor esperar hasta un momento seguro.

Y así esperó.

Una gallina que tenía problemas de estreñimiento, tuvo a bien investigar opciones para curar el mal que aquejaba su vida. Sentía dolor e hinchazón en el abdomen, en el área entre el tórax y las caderas. Y las opciones para su tratamiento iban desde la seriada gastrointestinal inferior, la sigmoidoscopía flexible, defecografías y pruebas de función anorrectal hasta hacer ejercicio o suministrar fibra a su dieta diaria.

A comienzos de la primavera, con la mirada perdida en el suelo y sufriendo de un fuerte estrechamiento rectal escarbaba el suelo en busca de comida; así cuenta la leyenda que encontró la semilla de fibra que tanto ocupaba y sin pérdida de tiempo se la comió.

Moraleja 1: A los que se niegan a arriesgarse y a crecer los devora la vida. Y terminan siendo menos que guano de gallina.

Moraleja 2: Si no quieres padecer estreñimiento, haz ejercicio, toma agua y come fibra.

Epílogo, los problemas intestinales de la gallina eran tan severos que tuvo que entrar a un programa de salud en el IMSS y terminó por convertirse en el caldo que dieron a los doctores en el comedor.

Cómo ves, te arriesgas o no ?

Tu amigo Frank Hdez. Te invita.

Fin.