Inepto o Inexperto.

Yo sólo se que no se nada.

Por muy inteligente que seas o prediques ser, en la vida todos iniciamos siendo unos verdaderos ineptos. Si alguien te llama inepto no te sientas mal.

Eso siempre es así.

Eres inepto por falta de experiencia, pero la ineptitud se rompe al ganar experiencia. Lamentablemente en el camino de la inpeptitud están la falta de entusiasmo, la pereza y en ocasiones la cobardía. Siendo estos los mayores nutrientes del inepto.

Es importante recalcar que no todo conocimiento vale lo mismo. Y que hay un abismo tremendo entre lo que separa a un ganador de un conocedor.

El conocedor cuenta sus ideas. 

El ganador hace que sus ideas cuenten.

¿Por qué? Porque el ganador vive su creencia y profesa con su actuar.

Desconfía de cualquier filosofía que no esté siendo vivida mientras se enseña.

Piénsalo.

Tu amigo Frank Hdez, Entusiasta de la Vida y Comprometido Contigo y con que tus Sueños se Hagan Realidad.

La Delgada Línea entre los Valores Empresariales y la Discriminación.

Antes de continuar con el desarrollo de la temática que a todos tiene en ascuas. Permítanme hacer un paréntesis en la redacción. No lo voy a negar. A mí Donald Trump me despierta una ilimitada admiración. Tan sólido cinismo, engreído como el que más y alto nivel de excelencia en el oportunismo tienen, por fuerza, que despertar admiración. Hay una sola cosa que me admira más: la orfandad neuronal de aquellos que lo siguen como Presidente y más aún como candidato en su reelección. No sin mencionar a los que lo exoneraron de todo cargo y sospecha. “Dispense usted, lamentamos profundamente las incomodidades”. Ya ven cómo allá del otro lado también se cuecen habas?

La mexicanísima expresión “irse a lo oscurito” tiene en el habla paisana múltiples significados. Si, por ejemplo, se trata de una pareja, la expresión se llena de un rumor de pájaros eróticos y quizá de un lejano aleteo de cigüeña. Ahora bien, la misma expresión empleada en las empresas ya significa otra cosa. Para ilustrar esto último, invoco como ejemplo la fundada sospecha que compartimos un servidor y varios colegas, de que, en los últimos años, las áreas de recursos humanos se han ido a lo oscurito con alarmante frecuencia para definir alarmantes decisiones de inclusión de personal. Todo esto, no pasa de ser mera suposición. Si uno pudiera ver y saber a ciencia cierta lo que ocurre en lo oscurito, pues ya no sería tan oscurito.

Como elemento de evidencia de que esto es cierto, se ciernen sobre las empresas complejos temas de inclusión que se contraponen a los valores institucionales. Y para hacer otro ejemplo, traslado esto a la familia; a la funcional. Pero me detengo nuevamente para aclararles lo siguiente. Disfuncional significa que NO FUNCIONA. Y actualmente está mal empleado al considerar a una familia disfuncional aquella que no está conformada por un padre biológico, una madre abnegada e hijos de dudosa procedencia. Una familia sea cómo esté conformada mientras funcione bien es una familia funcional. Y esto es exactamente igual en las empresas. Para mala fortuna de la industria, las empresas pueden darse el lujo de elegir a sus integrantes de acuerdo a normas de valores previamente establecidos (lástima que esto no aplicó en mi familia). Sin embargo los valores no están alineados a las preferencias de culto y sexo (la política está exenta por obvias razones). Recordemos que el Culto se hace en privado y el sexo con las partes privadas y no son expuestos de expresión laboral. Las empresas hoy en día deben centrar su reclutamiento en los 4 pilares del éxito que definen a un recurso. Ética, Conocimiento, Empatía e Integridad.

Buscando siempre cubrir al máximo estos 4 pilares se puede garantizar que el recurso a ingresar en la organización tendrá un buen desempeño laboral. Y será un sólido y fuerte eslabón en la cadena total. Millenials, ahí les hablan. Hoy en día las empresas de la vieja guardia deben voltear a los nuevos modelos de inclusión y reclutamiento. Y dejar obviados los temas de “valores” que refieran a preferencias de culto y sexualidad. Dijera la madrastra de mi madre (a la que yo cariñosamente decía abuela) que era muy sabia y a punto estuvo de ser monja. Lo demás es lo de menos. Y después de todo; una señora es una señorita, después de todo.

Frank Hdez Entusiasta de la Vida.

Inteligencia o Corazón.

En la física, que es una ciencia muy exacta se dice que los polos opuestos se atraen. En la psicología que todavía no se sabe a ciencia cierta si es o no una ciencia estas afirmaciones pueden ser punto de partida al debate y ser inicio de una nueva corriente psicológica (corriente opositora sería un nombre ideal). Pero yo no estoy aquí para tambalear los preceptos de Freud, Erikson, Wundt o Piaget.

A menudo se piensa en un buen líder en términos de ciertas habilidades conocidas (en el caso de AMLO son claramente desconocidas), sin embargo, los especialistas y expertos afirman que un líder puede mejorar sus habilidades al enfocarse en su Inteligencia Emocional que para fines prácticos voy a llamar el buen uso del corazón. Un individuo emocionalmente inteligente sabe interactuar con el mundo y con la realidad, y logra una mayor empatía con las personas, aprende a enfrentar con mayor efectividad los cambios, y es capaz de balancear todas las presiones, frustraciones y adversidades de la vida. Los líderes verdaderamente efectivos se distinguen por poseer un alto grado de Inteligencia Emocional.

“Adáptate o muere” frase atribuida y no comprobable a Charles Darwin. Que para fines de liderazgo cae como anillo al dedo. El cambio es un concepto poco comprendido y de inmensa importancia en el mundo moderno. El cambio es experimentar diferencias significativas, y no todos están conscientes de sus efectos aquí es donde entra el intelecto. Si tu organización opera de la de la misma forma como la hacía hace cinco años, es momento de hacer un alto y evaluar si el timón del barco no está atorado y tu embarcación está dando vueltas sin llegar a puerto. A estas alturas no hay espacio para el uso del corazón. Hay que utilizar el cerebro y tomar decisiones acertadas.

Los líderes deben tener un alto nivel de inteligencia cognoscitiva (no estar weyes como dicen los millenials) deben estar en continua capacitación para resolver en el menor tiempo las situaciones que se presenten. Es imposible evitar que el mundo o las reglas del juego cambien, pero lo que si pueden hacer es iniciarse en el desarrollo de nuevas habilidades, que les permitan adaptar a la organización, y lograr niveles de innovación y competitividad. Una organización inteligente es la que cambia y se anticipa, por lo que debe integrar ejecutivos muy inteligentes y que vivan el gusto por la incertidumbre generada por el cambio, que sean planeadores estratégicos y consideren esto parte vital del liderazgo para la sobrevivencia.

A donde voy con todo esto del corazón y la inteligencia te preguntaras mi querido lector, apunta porque no lo voy a repetir. El liderazgo es el común acuerdo entre la capacidad intelectual y el sentimiento de empatía hacia los demás – Frase acuñada por Frank Hdz un 15 de Enero del 2020. -Desarrollo Humano Monterrey

Ayudar a construir rápidamente relaciones coherentes, enseñar a los integrantes de tu organización a comprender y regular sus emociones y comportamientos, así como reconocer las emociones y comportamientos de los demás, ayuda bastante a construir una cultura laboral más próspera. Manejar bien nuestras emociones en el lugar de trabajo puede ayudarnos a impulsar los resultados, en lugar de ser secuestrados por los sentimientos que se quedan sin control. Podemos aprender a aprovechar las emociones para una mejor resolución de problemas, mejores relaciones intrapersonales e interpersonales, y lograr mayor productividad.

Frank Hdez, Entusiasta de la Vida.

Del Fracaso se Aprende, del Éxito No Mucho.

Atrévete a reclutar personas que estén dispuestas a dar un paso más allá y tengan iniciativa por hacer cosas nuevas. Que en su historia hayan tenido caídas y fracasos y en las entrevistas laborales puedas identificar a todos esos grandes caídos.

Es común entrevistar a personas con una trayectoria de éxitos no comprobables (seamos honestos cómo aseguramos sus aseveraciones). Como seres humanos siempre contaremos lo bueno, pero. Qué haría la diferencia entre preguntarle a una persona. Cuales han sido sus mayores tropiezos?

Si por un momento nos ponemos a observar a la persona que tenemos frente a nosotros y se abre para decirnos de donde se ha levantado. Podemos francamente identificar a un ganador de un conforme.

Hablando de Millenials, y de lo inestables que son que son. Al compararlos con los supuestos “estables” que llevan trabajando en su mismo puesto años, sin proponer, sin equivocarse y siendo el mejor referente de una zona de confort. Convendría evaluar si estando así las áreas de crecimiento en la organización no se mantienen limitadas.

Soy un convencido que el liderazgo implica riesgos y tomar decisiones. Las organizaciones, requieren liderazgo en todos los niveles. Y no significa tener puros jefes (esto es mucho más común de lo que se pueden imaginar) en la empresa. Liderazgo implica tener personal que sepa asumir la responsabilidad de sus acciones y se atreva a dar los pasos necesarios para cumplir con su objetivo laboral. Ser responsable no quiere decir llegar puntual al trabajo solamente. Quiere decir hacerse responsable de sus acciones y esta es una de las principales características de un líder.

He repetido en diversas pláticas que siempre observamos al exitoso ya en la cima de sus logros. Pero no volteamos a ver a la persona que ha caído muchas veces para levantarse. Un agente de cambio no es tibio ni manso, y mucho menos una persona que agrade. Por el contrario, es una persona con gran capacidad para granjearse la antipatía del entorno conforme.

Pregúntate como ejecutivo, si alguna vez reclutaste a un exitoso director para sacar a flote tu barco. Y terminó por ser devorado por la tripulación que no quiso cambiar y a quien tuviste que despedir porque no cambio tu cultura laboral.

En resumen, debemos entender que la cultura organizacional es un arraigo de buenas y/o malas prácticas y procesos. Cuando volteas a ver a empresas exitosas que operan mejor que la tuya; debes preguntarte si los integrantes de tu organización serían atractivos para esa empresa, serían candidatos ideales  para laborar en una empresa institucional, darían más valor a esa empresa y la harían crecer. La respuesta puede ser muy incómoda.

Modificar la cultura de tu empresa es simple si estás dispuesto a cambiarla. Los cambios siempre vendrán con incomodidades.

Frank Hdez, Entusiasta de la Vida.