Del Fracaso se Aprende, del Éxito No Mucho.

Atrévete a reclutar personas que estén dispuestas a dar un paso más allá y tengan iniciativa por hacer cosas nuevas. Que en su historia hayan tenido caídas y fracasos y en las entrevistas laborales puedas identificar a todos esos grandes caídos.

Es común entrevistar a personas con una trayectoria de éxitos no comprobables (seamos honestos cómo aseguramos sus aseveraciones). Como seres humanos siempre contaremos lo bueno, pero. Qué haría la diferencia entre preguntarle a una persona. Cuales han sido sus mayores tropiezos?

Si por un momento nos ponemos a observar a la persona que tenemos frente a nosotros y se abre para decirnos de donde se ha levantado. Podemos francamente identificar a un ganador de un conforme.

Hablando de Millenials, y de lo inestables que son que son. Al compararlos con los supuestos “estables” que llevan trabajando en su mismo puesto años, sin proponer, sin equivocarse y siendo el mejor referente de una zona de confort. Convendría evaluar si estando así las áreas de crecimiento en la organización no se mantienen limitadas.

Soy un convencido que el liderazgo implica riesgos y tomar decisiones. Las organizaciones, requieren liderazgo en todos los niveles. Y no significa tener puros jefes (esto es mucho más común de lo que se pueden imaginar) en la empresa. Liderazgo implica tener personal que sepa asumir la responsabilidad de sus acciones y se atreva a dar los pasos necesarios para cumplir con su objetivo laboral. Ser responsable no quiere decir llegar puntual al trabajo solamente. Quiere decir hacerse responsable de sus acciones y esta es una de las principales características de un líder.

He repetido en diversas pláticas que siempre observamos al exitoso ya en la cima de sus logros. Pero no volteamos a ver a la persona que ha caído muchas veces para levantarse. Un agente de cambio no es tibio ni manso, y mucho menos una persona que agrade. Por el contrario, es una persona con gran capacidad para granjearse la antipatía del entorno conforme.

Pregúntate como ejecutivo, si alguna vez reclutaste a un exitoso director para sacar a flote tu barco. Y terminó por ser devorado por la tripulación que no quiso cambiar y a quien tuviste que despedir porque no cambio tu cultura laboral.

En resumen, debemos entender que la cultura organizacional es un arraigo de buenas y/o malas prácticas y procesos. Cuando volteas a ver a empresas exitosas que operan mejor que la tuya; debes preguntarte si los integrantes de tu organización serían atractivos para esa empresa, serían candidatos ideales  para laborar en una empresa institucional, darían más valor a esa empresa y la harían crecer. La respuesta puede ser muy incómoda.

Modificar la cultura de tu empresa es simple si estás dispuesto a cambiarla. Los cambios siempre vendrán con incomodidades.

Frank Hdez, Entusiasta de la Vida.