Inteligencia o Corazón.

En la física, que es una ciencia muy exacta se dice que los polos opuestos se atraen. En la psicología que todavía no se sabe a ciencia cierta si es o no una ciencia estas afirmaciones pueden ser punto de partida al debate y ser inicio de una nueva corriente psicológica (corriente opositora sería un nombre ideal). Pero yo no estoy aquí para tambalear los preceptos de Freud, Erikson, Wundt o Piaget.

A menudo se piensa en un buen líder en términos de ciertas habilidades conocidas (en el caso de AMLO son claramente desconocidas), sin embargo, los especialistas y expertos afirman que un líder puede mejorar sus habilidades al enfocarse en su Inteligencia Emocional que para fines prácticos voy a llamar el buen uso del corazón. Un individuo emocionalmente inteligente sabe interactuar con el mundo y con la realidad, y logra una mayor empatía con las personas, aprende a enfrentar con mayor efectividad los cambios, y es capaz de balancear todas las presiones, frustraciones y adversidades de la vida. Los líderes verdaderamente efectivos se distinguen por poseer un alto grado de Inteligencia Emocional.

“Adáptate o muere” frase atribuida y no comprobable a Charles Darwin. Que para fines de liderazgo cae como anillo al dedo. El cambio es un concepto poco comprendido y de inmensa importancia en el mundo moderno. El cambio es experimentar diferencias significativas, y no todos están conscientes de sus efectos aquí es donde entra el intelecto. Si tu organización opera de la de la misma forma como la hacía hace cinco años, es momento de hacer un alto y evaluar si el timón del barco no está atorado y tu embarcación está dando vueltas sin llegar a puerto. A estas alturas no hay espacio para el uso del corazón. Hay que utilizar el cerebro y tomar decisiones acertadas.

Los líderes deben tener un alto nivel de inteligencia cognoscitiva (no estar weyes como dicen los millenials) deben estar en continua capacitación para resolver en el menor tiempo las situaciones que se presenten. Es imposible evitar que el mundo o las reglas del juego cambien, pero lo que si pueden hacer es iniciarse en el desarrollo de nuevas habilidades, que les permitan adaptar a la organización, y lograr niveles de innovación y competitividad. Una organización inteligente es la que cambia y se anticipa, por lo que debe integrar ejecutivos muy inteligentes y que vivan el gusto por la incertidumbre generada por el cambio, que sean planeadores estratégicos y consideren esto parte vital del liderazgo para la sobrevivencia.

A donde voy con todo esto del corazón y la inteligencia te preguntaras mi querido lector, apunta porque no lo voy a repetir. El liderazgo es el común acuerdo entre la capacidad intelectual y el sentimiento de empatía hacia los demás – Frase acuñada por Frank Hdz un 15 de Enero del 2020. -Desarrollo Humano Monterrey

Ayudar a construir rápidamente relaciones coherentes, enseñar a los integrantes de tu organización a comprender y regular sus emociones y comportamientos, así como reconocer las emociones y comportamientos de los demás, ayuda bastante a construir una cultura laboral más próspera. Manejar bien nuestras emociones en el lugar de trabajo puede ayudarnos a impulsar los resultados, en lugar de ser secuestrados por los sentimientos que se quedan sin control. Podemos aprender a aprovechar las emociones para una mejor resolución de problemas, mejores relaciones intrapersonales e interpersonales, y lograr mayor productividad.

Frank Hdez, Entusiasta de la Vida.

Del Fracaso se Aprende, del Éxito No Mucho.

Atrévete a reclutar personas que estén dispuestas a dar un paso más allá y tengan iniciativa por hacer cosas nuevas. Que en su historia hayan tenido caídas y fracasos y en las entrevistas laborales puedas identificar a todos esos grandes caídos.

Es común entrevistar a personas con una trayectoria de éxitos no comprobables (seamos honestos cómo aseguramos sus aseveraciones). Como seres humanos siempre contaremos lo bueno, pero. Qué haría la diferencia entre preguntarle a una persona. Cuales han sido sus mayores tropiezos?

Si por un momento nos ponemos a observar a la persona que tenemos frente a nosotros y se abre para decirnos de donde se ha levantado. Podemos francamente identificar a un ganador de un conforme.

Hablando de Millenials, y de lo inestables que son que son. Al compararlos con los supuestos “estables” que llevan trabajando en su mismo puesto años, sin proponer, sin equivocarse y siendo el mejor referente de una zona de confort. Convendría evaluar si estando así las áreas de crecimiento en la organización no se mantienen limitadas.

Soy un convencido que el liderazgo implica riesgos y tomar decisiones. Las organizaciones, requieren liderazgo en todos los niveles. Y no significa tener puros jefes (esto es mucho más común de lo que se pueden imaginar) en la empresa. Liderazgo implica tener personal que sepa asumir la responsabilidad de sus acciones y se atreva a dar los pasos necesarios para cumplir con su objetivo laboral. Ser responsable no quiere decir llegar puntual al trabajo solamente. Quiere decir hacerse responsable de sus acciones y esta es una de las principales características de un líder.

He repetido en diversas pláticas que siempre observamos al exitoso ya en la cima de sus logros. Pero no volteamos a ver a la persona que ha caído muchas veces para levantarse. Un agente de cambio no es tibio ni manso, y mucho menos una persona que agrade. Por el contrario, es una persona con gran capacidad para granjearse la antipatía del entorno conforme.

Pregúntate como ejecutivo, si alguna vez reclutaste a un exitoso director para sacar a flote tu barco. Y terminó por ser devorado por la tripulación que no quiso cambiar y a quien tuviste que despedir porque no cambio tu cultura laboral.

En resumen, debemos entender que la cultura organizacional es un arraigo de buenas y/o malas prácticas y procesos. Cuando volteas a ver a empresas exitosas que operan mejor que la tuya; debes preguntarte si los integrantes de tu organización serían atractivos para esa empresa, serían candidatos ideales  para laborar en una empresa institucional, darían más valor a esa empresa y la harían crecer. La respuesta puede ser muy incómoda.

Modificar la cultura de tu empresa es simple si estás dispuesto a cambiarla. Los cambios siempre vendrán con incomodidades.

Frank Hdez, Entusiasta de la Vida.